Que ver en Lisboa
Lisboa es una de las pocas ciudades en el mundo, ofreciendo un entorno natural único. La presencia del río Tajo nos acompaña a lo largo de la visita, el descubrimiento de la orilla del río y su zona portuaria, y las calles llenas de historia de su gente y la mayoría de los eventos significativos que dio forma a la "cara" de esta ciudad. Bajo un cielo casi siempre azul, la Luz de Lisboa serán cubiertas para colorear, calles, casas, ventanas y lugares verdes en una variedad de tonos y colores que han sido elegidos como razones para la filmación y sesiones de fotos.
Al ser una ciudad construida sobre colinas, los distintos puntos de vista, instalados en los puntos más altos, pueden disfrutar de las vistas impresionantes. Especialmente Castillo de San Jorge, donde nos llega a los transbordadores en su viaje a la orilla sur, el puente 25 de abril, el Rossio, el convento de Carmo, Bairro Alto, el parque Eduardo VII y otras partes de la ciudad. Junto a la antigua ciudad con un patrimonio muy rico, Lisboa es también una ciudad moderna que ha sido renovado en nuevas propuestas culturales y de ocio.
Centro histórico
A escasos metros del hotel, se encuentra el Casco Histórico de Lisboa, ubicado también junto al río Tajo. Una de las mejores formas de descubrir el centro Histórico es paseando por sus calles con diseños arquitectónicos de la época de Reyes y Marqueses. En el mismo centro histórico podrás encontrar famosas calles y plazas como, Plaza de Rossio, la iglesia de Santo Domingo, el mirador del Arco de Rua Augusta o la emblemática Plaza del Comercio.
Torre de Belem
La Torre de Belem de Lisboa, es sin duda uno de los iconos principales de la ciudad. Declarado como Monumento Nacional y Patrimonio Mundial por la UNESCO, siendo así el símbolo identificativo de la ciudad de Lisboa. La torre está situada en la desembocadura del río Tajo y sirvió para la defensa de la ciudad.
Plaza del comercio
La Plaza del Comercio se compone de un conjunto de edificios. Históricamente este era el lugar al que llegaban los barcos mercantes, y la plaza era la puerta de Lisboa. La imponente Plaza del Comercio de Lisboa es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad y compone el alma y el corazón, además de una visita imprescindible durante un viaje a Lisboa.